La curación a través de la esperanza: el viaje de Mary como superviviente

La violencia doméstica es uno de los obstáculos más importantes para la emancipación de la mujer. En todo el mundo, casi 1 de cada 3 mujeres sufre violencia física o sexual en algún momento de su vida. Este tipo de trauma suele desbaratar los objetivos educativos, dejando a las mujeres luchando por recuperar sus sueños. Sólo una pequeña parte de las supervivientes consiguen liberarse de estos ciclos, y aún son menos las que prosiguen sus estudios superiores.

Mary es una de las mujeres valientes que ha superado estas asombrosas dificultades. 

Durante más de una década, Mary y sus cuatro hijos vivieron bajo la sombra del maltrato doméstico. "Estábamos aislados de amigos y familiares, y nos mudábamos constantemente porque mi agresor no quería que la gente le juzgara", recuerda Mary. Se vio obligada a aparcar su sueño de ser enfermera y abandonó tres veces el programa de enfermería debido al comportamiento controlador de su marido. "Saboteó todos mis intentos de terminar la carrera porque no quería que me independizara".

Tras años de soportar el miedo y el dolor emocional, Mary encontró la fuerza necesaria para dejar definitivamente a su maltratador. "Me daba miedo porque era el único que trabajaba. De la noche a la mañana, tuve que averiguar cómo cuidar de mis hijos", cuenta. Pero Mary no se rindió. Volvió a solicitar plaza en el programa de enfermería que su agresor la había obligado a abandonar y, cuando la readmitieron, recuperó la esperanza por primera vez en años. "Lloré de alegría cuando recibí el correo electrónico. Sabía que el camino sería duro, pero estaba decidida a terminarlo, por mí y por mis hijos".

El camino hacia la graduación no fue fácil. Mary tuvo que afrontar no sólo sus estudios, sino también los retos económicos de ser madre soltera de cuatro hijos. Ella y sus hijos se enfrentaron a periodos sin comida, electricidad o necesidades básicas. "Había noches en que mis hijos se iban a la cama con hambre", dice. A pesar de estos obstáculos, Mary perseveró, sacando fuerzas de sus hijos. "Cada vez que pierdo la esperanza, los miro a ellos. No puedo ni quiero defraudarles nunca más".

Ahí es donde Premios Vive Tu Sueño marcó la diferencia. Gracias a este programa, que le cambió la vida, Mary pudo ahorrar para su licenciatura en enfermería, comprar su toga y birrete y proporcionar a sus hijos la ropa y los suministros que necesitaban desesperadamente. 

"Este premio no solo me ha ayudado económicamente, sino que me ha dado confianza para volver a creer en mí misma. Soy suficiente. Soy merecedora del éxito que busco".
- María

El verano pasado, Mary se graduó con orgullo con su título asociado en enfermería y comenzó su residencia de RN. En agosto, comenzó su licenciatura, que planea completar en línea mientras trabaja en el hospital. Después de eso, Mary cursará un Máster en Ciencias de Enfermería y cumplirá su sueño de toda la vida de convertirse en enfermera especializada. 

El apoyo financiero de miembros y donantes como usted les ha dado a ella y a sus hijos una segunda oportunidad en la vida. "Creo que no tengo palabras para expresar mi gratitud", dice Mary. "Me habéis ayudado a terminar lo que empecé hace tantos años, y ahora puedo cruzar ese escenario sabiendo que el capítulo más oscuro de nuestras vidas ha quedado atrás".

Cada socio de Soroptimist tiene su propia versión de Mary: una mujer cuya vida se transformó gracias al tiempo, la energía y el apoyo que ustedes le brindan a través de sus clubes y comunidades. Ya sea a través de la tutoría, la recaudación de fondos o la entrega de Programas de Sueño, su compromiso es lo que ayuda a mujeres como Mary a escapar del ciclo de la violencia y recuperar su futuro. Historias como la de Mary son la razón por la que deberían estar orgullosos de la diferencia que están marcando, y siguen inspirándonos y dándonos esperanza.

Juntos podemos mantener en marcha esta labor vital, ayudando a supervivientes de la violencia doméstica como Mary a perseguir sus sueños y prosperar. 

Gracias por todo lo que hacéis y, si os animáis a donar de nuevo, sabed que cada donación acerca a otra mujer como Mary a su brillante futuro. Tu apoyo garantiza que la misión de Soroptimist pueda crecer, llegando a más mujeres y niñas que se enfrentan a obstáculos como la violencia doméstica, y ayudándolas a romper el ciclo para alcanzar sus sueños.

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